El sastre de Ulm, Lucio Magri, la disolución del PCI y las extrañas coincidencias.

 

El sastre de Ulm (Bertolt Brecht)

-¡Obispo, puedo volar!
-le dijo el sastre al obispo-.
¡Fíjate, voy a probar!
-Y con algo como alas
el sastre subió al lugar
más alto de la catedral.
Pero el obispo no quiso mirar-. 

-Como el hombre no es un ave,
eso es pura falsedad
-dijo el obispo del sastre-.
Nadie volará jamás. 

-El sastre ha muerto –la gente
al obispo fue a informar-.
Fue una locura. Sus alas
se tenían que desarmar.
Y ahora yace destrozado
sobre la plaza de la catedral. 

-¡Que repiquen las campanas!
Era pura falsedad.
¡Como el hombre no es un ave
-dijo el obispo a la gente-,
nunca el hombre volará!

 

El sastre de Ulm, Lucio Magri, la disolución del PCI y las extrañas coincidencias.

Lucio Magri, una de las figuras más importantes del comunismo italiano, tomó el título de esta parábola de Bertolt Brecht para su libro en el cual repasa gran parte de la historia del Partido Comunista Italiano, desaparecido hace 25 años. Una obra que acaba con un capítulo sobre el fin del PCI y que el autor inicia transmitiendo su <<pésimo estado de ánimo>> por el fallecimiento de su compañera Mara, a quien precisamente prometió terminar su libro.

El sastre de Ulm me ha resultado un libro muy interesante, especialmente por algunas similitudes con lo que está pasando en la izquierda española. De hecho, el prólogo fue lo único que no me gustó, aunque ha acabado ayudándome a comprender cómo está actuando el entramado liquidacionista del cual forma parte su autor: Manuel Monereo.

A continuación voy a reproducir y/o comentar algunos fragmentos del capítulo “El fin del PCI”.

Sobre los inicios

 

Magri advierte que <<el inicio del giro no fue, como a su tiempo los de Togliatti y Berlinguer, expresado con decisiones concretas y arriesgadas de las cuales, paulatinamente, nacía una nueva estrategia, sino a través de una revisión ideológica.>> Posteriormente prosigue recordando algunas perlas de Occhetto en aquellos momentos como <<El PCI se siente hijo de la Revolución francesa y no, como se ha dicho siempre, heredero de la Revolución de Octubre>>. Pero lo más esclarecedor es algo que los liquidadores actuales tamibén afirman o insinúan: la negación de la lucha de clases, lo que según Occhetto perdía importancia <<porque las principales contradicciones  de nuestra época tienen que ver con el conjunto de la humanidad.>>

Sobre los tiempos, el contenido y el modo

Occhetto aprovechó la caída del muro de Berlín para proponer la disolución del PCI <<como parte de un gran avance democrático que legitimaba su historia y su función, y no como parte de una rendición general.>> La propuesta contemplaba el cambio de nombre y <<la apertura de un proceso constituyente de un partido de la izquierda con el que el PCI estaba dispuesto a confluir.>> Además, dicha propuesta se saltó los pasos orgánicos para evitar alargar los tiempos de tal manera que no pasase. De hecho, como señala Magri <<no había otra manera que poner al partido ante un hecho consumado e irreversible, aun a riesgo de liquidar a quien lo había propuesto.>>

Sobre las consecuencias

El autor hace un breve repaso a las escisiones y a la lucha por la “herencia” del PCI señalando la incapacidad de Rifondazione a la hora de refundar el partido, pues según Magri <<para hacer un partido, o mejor, para refundarlo –Togliatti lo sabía- se necesita organización, ideas claras, luchas duras pero poca demagogia; sobretodo un grupo dirigente capaz de hacer pedagogía y que fuera rico en ideas y en prestigio, solidario y unido por la experiencia.>>  Pero la “escisión” más grave para Magri fue que alrededor de 800.000 personas se alejasen de la política activa, ya que <<no es verdad que las clases subalternas permanecen vinculadas por naturaleza a la izquierda, sino que, por el contrario, si no las convence y orienta una organización, quien las orienta es la televisión. Un éxodo de tal magnitud y de estas clases es peor que la escisión, le abre paso a la demagogia populista.>>

Finalmente, concluye demoledoramente  que <<la debilidad de la izquierda de cada país y de cada escuela era ésta, un vacío que casi no se puede colmar. (…) Al desertar –el PCI- pagó el precio más alto al encontrarse enfrente, inesperado, el fenómeno Berlusconi (al igual que, en su tiempo,  el relativo retraso de Italia había producido, antes que nadie, el fascismo).>>

Algunas coincidencias dan que pensar, ¿verdad?

PD: El sastre de Ulm murió pero finalmente la humanidad consiguió volar.

sastre-ulm
EL SASTRE DE ULM, EL VIEJO TOPO 2010. Recomiendo lectura.

Deixa un comentari

Bloc a WordPress.com.

Up ↑